Hace un par de años trabajé como director de una empresa muy innovadora que tenía una buena cantidad de proyectos en construcción al mismo tiempo, realmente era muy genial estar desarrollando tantas cosas tan nuevas a la vez.
En fin, era mi primer puesto a tan alto nivel y tenía que tomar decisiones para la empresa todos los días a toda hora. Aprendí mucho, pero algo que me quedó marcado es que tomar decisiones es una tarea más agotadora de lo que parece, yo lo veo así: Cuando te levantas en la mañana tienes la batería recargada🔋 y durante el día cada decisión que tomas te quita un poco de energía, así que solo tienes energía para un cierto número de decisiones a lo largo del día, después de decidir una cierta cantidad de cosas quedas tan agotado que empiezas a tomar decisiones erróneas 😵💫. Un error que cometí fue el de no delegar lo suficiente cuando era posible y querer estar presente en cada decisión.
Cuando estás desarrollando un proyecto desde cero, las decisiones a tomar se elevan un 10 a la chorrocientas potencia (Me inventé ese número 😛, pero sí son muchas), desde decisiones de negocio como el nombre que llevará y cómo vas a cobrar, a decisiones de diseño como qué colores se manejarán, cómo será el logo y tipografías, pasando por decisiones técnicas como qué lenguajes de programación usarán.
Como ya he dicho en otras ocasiones, tengo 3 socios que hemos estado trabajando en diferentes proyectos por un poco más de 2 años, para esto hemos desarrollado muy informalmente una forma de tomar las desiciones que hasta ahora me ha parecido genial, nos ha funcionado de maravilla y por eso la comparto aquí.
En Bunu, cada uno de nosotros tiene habilidades muy diferentes y se queda con tareas afines a estas habilidades, por ejemplo hay alguien encargado de la electrónica, del diseño mecánico, de la programación, del marketing, de hacer relaciones con los clientes, ventas, etc.
Para tomar las decisiones sin que sea abrumador seguimos estos principios:
- Si es una decisión sencilla como elegir el color de un botón, usar un redondeo en el diseño, usar una arquitectura de programación en concreto. El encargado toma la decisión sin tener que avisarnos a todos cada vez, si la persona lo desea se avisa en un grupo por chat que se va a hacer algo para pedir una opinión, pero como nuestra comunicación es asíncrona no necesariamente esperamos a que alguien o todos respondan para continuar trabajando. Muchas veces más que preguntar es presumir lo que estamos haciendo a los demás 😎. Esto también aplica si es una decisión donde quien está haciendo la tarea es el único experto del equipo en ese tema, por ejemplo si alguien sabe Android y los demás no, pues no tiene mucho caso preguntarles si usa una arquitectura en concreto. O si alguien sabe de web esa persona decidirá qué framework usar.
- Si es una decisión compleja como el diagrama de negocios, cómo vamos a cobrar, si se va a necesitar un gasto fuerte para algo o el nombre del producto. Aquí sí lo comentamos entre todos, aunque tratamos de verlo con tiempo porque de nuevo, la comunicación es asíncrona y no esperamos que todos estén disponibles todo el tiempo, también estas cosas las vemos en una reunión semanal que tenemos los lunes.
- Manejamos un software de chat llamado Basecamp para comunicarnos, en él creas tareas e invitas a los que pueden aportar a esas tareas, si alguien no está directamente relacionado con un tema y no cree que pueda aportar en él, ni siquiera entra en el chat y no se le pide que lo haga a menos que de verdad pueda aportar algo, también si siente curiosidad puede entrar como «oyente» sin problemas, tampoco es que lo excluyamos. Por ejemplo, supongamos que la tarea en curso es sobre diseño mecánico para fijar los tornillos de una pieza, la persona de ventas no tiene mucho que aportar ahí, entonces no se le invita al chat a menos que quiera hacerlo por curiosidad.
- Asumimos que el 99% de las tareas no son urgentes, entonces tratamos de poner en espera las decisiones hasta el momento que se requieran. Tratamos de prever con tiempo si se necesitará algo en el futuro para irlo comentando con quien pueda ayudarnos y cuando lleguemos a ese punto ya se tenga una respuesta.
- Asumimos que todas las decisiones que tomamos son para el bien del proyecto, si hay errores en una decisión no buscamos culpables. Confiamos en las decisiones que toman los demás sin estarles preguntando por qué están haciéndolo de esa manera, sí preguntamos, pero más por curiosidad o porque creemos que podemos aportar algo, nunca por micromanagement.
- Creemos que la peor decisión es no decidir nada, vamos por rapidez y experimentación y evitamos el parálisis de análisis.
- Finalmente, una pregunta que podría surgir es: si muchas decisiones se hacen sin tener que esperar o preguntar a los demás ¿Entonces cómo sabemos lo que cada quién está haciendo? En primer lugar, realmente no nos interesa qué está haciendo cada quién en todo momento, eso se ve en los resultados, en segundo lugar, como mencioné arriba, nos encanta presumir, siempre estamos posteando en el chat «Oigan miren lo que logré», «Uff esto no me sale ¿Alguna idea?», «Chequen como funciona esto». Es comunicación asíncrona pero constante. Por cierto, trabajamos 100% remotamente, si fuera en persona sería aún más fácil comunicarlo.
Es muy importante señalar que no es falta de interés en lo que están haciendo los demás, al contrario, si alguien necesita ayuda lo menciona en el chat y todos estamos dispuestos a ayudarnos, pero como dije al inicio del artículo, cada quien es experto en cosas diferentes y trabajar de esta manera nos ayuda a avanzar mucho más rápido, en especial en las etapas tempranas del proyecto.
¿Qué te parece esta forma de tomar decisiones? ¿Crees que funciona o es perjudicial? Te invito a suscribirte y dejar tus comentarios.